Devolvamos las calles a la infancia, postula Francesco Tonucci.
No necesitamos más parques infantiles en la ciudad, sino repensar el planteamiento urbanístico en su totalidad. De esa manera, el juego y el aprendizaje podrían surgir en «cualquier parte» sin verse limitados a espacios tan acotados como los parques infantiles.
Adicionalmente, poniendo foco en las necesidades de las niñas y los niños, conseguiríamos mejorar la seguridad en las calles de toda la población.
Hablando de seguridad, según Tonucci, es deseable que exista cierto espacio para el riesgo en las dinámicas de juego, ya que esto permite desarrollar la autonomía y la confianza.
Estas afirmaciones nos han llevado a observar nuestro alrededor desde otra perspectiva, con otra mirada. ¿Realmente los lugares donde vivimos son pueblos o ciudades “amigas de la infancia”? ¿Las zonas de juego permiten la exploración, asumir riesgos y crecer en autonomía?
Pensamos que no. La ciudad sigue dando prioridad a las zonas comerciales y al tráfico, destinando a niñas y niños pequeños espacios prefabricados, en su mayoría de materiales no naturales. El cemento y el plástico, los suelos mullidos para amortiguar los golpes de sus caídas, no concuerdan con lo que necesita la infancia.
Aunque no sea sencillo, el cambio está en nuestras manos. A través de los presupuestos participativos, se brinda la oportunidad a la ciudadanía de proponer proyectos de mejoras de los espacios públicos. Más parques naturalizados y más zonas peatonales permitirán a los habitantes más peques moverse con mayor libertad y autonomía en los lugares donde viven.
A modo de inspiración, nos encanta observar las realidades de otros países europeos (#nieplaczabaw) donde los espacios de juego incorporan estructuras de madera, cuerdas, tierra y arena. En algunas ocasiones están totalmente integrados en bosques o zonas naturales, y en otras en medio de la ciudad.
Confiamos en que llegue el día en el que se repiense el diseño global de las ciudades, dando mayores oportunidades de juego y aprendizaje sin necesidad de aislar ni discriminar a un colectivo tan especial como el de la infancia.
También disfrutamos, siempre que podemos, de nuestros lugares preferidos que compartimos aquí, por si queréis explorarlos y descubrirlos en familia.



Esti